lunes, 15 de octubre de 2018

Querido Esposo de Repuesto:

Vaya forma de irte, cuatro días después de mi cumpleaños, dejándome con las burlas eternas de nuestra suerte en el amor,  de la maldita soltería que se aferró a nosostros y del dolor que provocó nuestra depresión. Aún no me recupero del impacto de perderte, sigo esperando que contestes los mensajes con tú más rebuscado sarcasmo, llegando al momento donde me recuerdes el pacto que nos hicimos al mes de conocernos, y anhelarlo más al demostrarme que no habría mejor partido que tú para casarme. Extraño cada broma, la forma cruel y sincera de tus críticas para pegarle a mi ego y me levantara del piso. Tú forma dura de comentar las cosas, aquel tono de voz dulce y fuerte al mismo tiempo en el que te dirijias a mi y tu manera de sonreír, tú sonrisa perfecta, era lo que más amaba de ti. Lo nuestro no era físico, era como si dos almas gemelas vivieran una alrededor de la otra sin unirse solo disfrutando de su libertad a su lado. No había barreras, ni miedos, éramos tú y yo, contra el mundo. Eras mi cachito de paraíso que no quería compartir, ni mostrar. Aquel que no necesitaba ser mencionado para saber qué era el, el que más pesaba en mi vida. Que sabias que iba estar toda su vida a tu lado. Aquel que su ausencia casi me mata y su partida dejo un hueco, que no recuperare jamás, en mi corazón. Te amo, y amare los momentos que te tuve junto a mi, vaya hombre que no necesito tomar mi cuerpo para apoderarse de mi corazón. Solo se sentaba a escucharte por horas, prestando atención a cada palabra, gesto y sentimiento que emanabas en cada conversación.
Y sigo recordando la última conversación, donde me hablabas de los 1000 porqués de seguir mis sueños y soltar mi depresión. Donde tomaste mi mano para conveserme que una sonrisa es mejor para cubrir una alma rota. “Solo no te des por vencida que yo estaré aquí contigo” fue tu último mensaje, y a pesar de que tu partida pudo sabotear tus palabras, aquí sigo, pese el coraje que tuve al perderte, porque contigo te llevaste una parte de mi, algo que nunca recuperaré... Fui egoísta y pensé en mi, en mi dolor, perdón por gritar al cielo, con dos botellas de alcohol en el sistema, lo cruel que eras por irte.  No puedo enojarme contigo, tú eres el recuerdo constante de que existe el príncipe azul, de que en amor verdadero es posible, si sabes con quien buscarlo, y de que nunca hay finales felices pero viajes excelentes si.
Perdí una parte de mi con tu partida, que volvería a dar por tenerte tan solo un día más y reírnos del mundo como siempre.
Y aún año de tu partida, sigues siendo la imagen que llega en mi cabeza cuando me preguntan ¿crees en el amor?

sábado, 13 de octubre de 2018

Venganza

Hazme tuya y siente mi cuerpo como rosa el tuyo, siente mis dedos en tu piel, busca mis labios y transformate en el perverso que desee, juega con mi lengua como ella jugara con tu paquete y fundete a mi hasta que nuestras almas se toquen. Que créeme que sera el mejor sexo de tu vida. Y cuando hayamos llegado a tocar el cielo, cuando sientas mi cabeza justo en el lugar que querías, cuando creas que tu venganza ya esta hecha, en ese momento en el que crees que ya caí en tu plan, te arrastrare a mi infierno. Y no entenderás porque me metí en tu cabeza, porque tu cuerpo te traiciona y te pide mas de mí. Te volverás loco al no entender que salió mal.  Creíste que la victima en este juego sería yo, pero te pusiste en mis manos.
Soy el monstruo que crees que soy, soy una persona completamente manipuladora. Me gusta usar mascaras, que me veas dañada, que creas que puedes ser uno más de lo que me han jodido, acércate pensando que seré tu victima, cree por un pequeño instante que en tus manos tienes mi destino. Siempre fui la cazadora no la presa, y eso quiero que lo entiendas. Si yo quiero te vuelvo mio y juego con tu ser hasta que me llegue el aburrimiento. Hago que sueñes conmigo y que me desees con cada fibra de tu cuerpo, puedo hacerte erizar con solo palabras y que en cada deseo mi nombre sea el que imagines.
Soy un demonio crecido y vivido, me gusta hacerte creer que me tienes en tus manos y que creas que me puedes hacer como quieras. Tengo los sentimientos a flor de piel y se que puedo parecer indefensa, pero no soy pendeja. Cree cuanto quieras que soy tu puta y tu juguete
Y lo mejor de todo es que si puedo transformarme en eso  que tu crees que soy, me puedo convertir en cada palabra con la que me describiste porque para sobrevivir se ser culera y cabrona, se ser el demonio curtido en que la vida me transformo, porque destruí titanes y acabe con gigantes, sin quererlo, porque honey te lo dije si te vas a vengar de lo que crees que hice pégame fuerte y casi mátame, déjame sin fuerza porque donde tenga un mínimo de oportunidad te destruyo aunque mi corazón sea tuyo y te ame como te amo...






Anda

Anda, sigue tu camino sin mirar atrás,
El dolor y la soledad que dejaste en tu paso, que te siga sin importar.
Tus mentiras solo son el recuerdo de la falta de amor,
Cada insulto, cada desplante y cada vez que me abandonaste por irte con ella,
Se transformaron en veneno que pudría cada parte de mi corazón.
Anda, no pierdas más tiempo,
que aquí no queda nada que puedas destruir.
Agarra mi dolor y sube tu ego,
Siéntate el macho que solo usa y tira,
Que no tiene sentimientos y que no le duele el perder a alguien.
Te falta para tu poca autoestima.
Necesitas lastimar a alguien para sentirte vivo.
Anda, que ella te espera,
Esta vez no te pedire más explicaciones.
No habrá más llanto.
Ya no existe sentimiento alguno, reventaste mi alma.
Cada vez que me llamabas loca,
Cada vez que me rechazabas,
Cada vez que preguntaba que pasaba,
Cada culpa que sentí por presionar tanto.
Me quemo por dentro.
Anda, y no voltees más para atrás,
Que al rechazar mis intentos y ocultar la verdad,
La elegiste.
Ya no quiero saber los detalles sucios,
Ya no me interesa qué pasó o si lo podemos arreglar
Acabaste con la relación. Y mataste el amor.
Me faltaste al respeto.
Y te burlaste de mis defectos.
Tomaste todo lo que sabías de mí para destruirme.
Anda, y vive tu amor,
Que cuando salga mal, porque saldrá mal.
Y no por ella, si no por lo podrido que estás.
No te quiero de regreso,
Porque toda la ira que estoy dejando pasar,
Hará que lo pagues con creces.